Cómo las herramientas geoespaciales, combinadas con el análisis cualitativo, contribuyen a diagnosticar brechas y barreras de accesibilidad, curso de vida, género y cuidados en territorios donde interviene el Minvu
Durante 2024, en el marco del Plan Ciudades Justas del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, la Política y Plan Nacional de Cuidados y el Plan Nacional de Accesibilidad Universal , el Centro de Estudios Ciudad y Territorio elaboró el primer estudio de accesibilidad universal, curso de vida, género y cuidados. Este estudio fue implementado en tres casos piloto del Programa Quiero Mi Barrio: San Gregorio (comuna de La Granja), Claudio Arrau I (comuna de Colina) y Humedal Collilelfu (comuna de Los Lagos). Los barrios de la región metropolitana se corresponden con características urbanas, mientras que el barrio de la comuna de Los Lagos tiene una vocación más cercana a la ruralidad.
El objetivo fue identificar las principales brechas y barreras vinculadas a estas temáticas en espacios públicos e itinerarios peatonales y que afectan de manera diferenciada a distintos grupos que habitan los territorios . De esta manera, se buscó contribuir al desarrollo de instrumentos metodológicos y análisis territoriales que fortalezcan la planificación inclusiva. Para ello, se llevó a cabo un trabajo en terreno utilizando dos enfoques metodológicos simultáneos: una ficha de evaluación que recopila información geoespacializada sobre brechas y barreras físicas; y técnicas cualitativas para recoger la percepción asociada a brechas y barreras identificadas y otras materias relevantes para la intervención del programa, correspondientes a entrevistas (dirigidas a equipos profesionales y habitantes de los barrios) y análisis documental de información diagnóstica previa elaborada por el programa junto a vecinas y vecinos de cada territorio.
En cuanto al análisis geoespacial, se desarrolló una herramienta basada en ArcGIS Survey123 con un modelo de 70 campos. Esta herramienta permite analizar aspectos asociados a la peatonalidad, tales como el ancho de la ruta accesible, la existencia de cruces peatonales accesibles, pendientes de cerros, así como factores de seguridad como elementos reductores de velocidad en pasajes, iluminación pública y vigilancia natural potencial desde comercios abiertos, entre otros. Con este sistema se elaboró una cartografía de polígonos de manzanas segmentadas en unidades denominadas “cuadras”, cada una de las cuales contiene la información completa de cada encuesta. Los resultados permitieron identificar barreras físicas con un nivel de detalle sin precedentes.
Complementariamente, se desarrolló un proceso de entrevistas grupales e individuales y análisis de documentación cualitativa del programa Quiero Mi Barrio. Este proceso consideró tanto los insumos técnicos como la experiencia de los equipos profesionales que implementan el programa, junto con las percepciones de las personas que habitan los barrios. Esta mirada cualitativa permitió contrastar los hallazgos de la ficha con los puntos señalados por la comunidad como prioritarios o urgentes en relación con la peatonalidad y la seguridad.
Para 2025, se contempla una segunda etapa que buscará desarrollar una metodología que combine de forma geoespacial ambos enfoques, incorporando dos nuevos territorios: uno perteneciente al programa Quiero Mi Barrio y otro al Programa de Pequeñas Localidades del Minvu. Además, se proyecta la creación de un Visor Barrio Inclusivo que permita socializar los resultados del estudio y acercar la metodología a quienes implementan regularmente los procesos de diagnóstico en ambos programas.
El fin último del proceso corresponde a la generación de un modelo de análisis territorial integral, basado en los enfoques de accesibilidad universal, curso de vida, género y cuidados, que contribuya a definir la inversión de los programas de manera inclusiva, consolidando los aprendizajes del proceso 2024 y 2025.